Los Flieger nacieron del encuentro entre un genio de la relojería y un genio de la aviación. Algo tan asumido en nuestros días como llevar un reloj de pulsera no era nada obvio hasta que a principios del siglo XX surgió esta idea simple y novedosa.
Los oráculos quisieron que Louis Cartier y Santos Dumont se conocieran y de inmediato entablaran una estrecha amistad. Santos fue el primero de los grandes pioneros de la aviación y así se conocieron en Paris.
En esa época, la Casa Cartier ya tenía el prestigio y la fama de artesanos plateros y joyeros, Louis era la tercera generación. Su abuelo, fundador de Cartier, estaría muy orgulloso de saber que, gracias a su ingenio y a una buena amistad, Cartier pasaría a la historia como el inventor del primer reloj de pulsera.
En esa época, la Casa Cartier ya tenía el prestigio y la fama de artesanos plateros y joyeros, Louis era la tercera generación. Su abuelo, fundador de Cartier, estaría muy orgulloso de saber que, gracias a su ingenio y a una buena amistad, Cartier pasaría a la historia como el inventor del primer reloj de pulsera.
Santos Dumont se apuntaba a cualquier bombardeo con tal de pilotar. El 19 de octubre de 1901, participó en el el Premio Deutsch de la Merthe y ganó el suculento premio al conseguir su objetivo en el vuelo en menos de 30 minutos. Lo gracioso es que no lo supo hasta que lo felicitaron por su hazaña, entre ellos su amigo Louis, a quien comentó no saber en cuánto tiempo lo había logrado.
La frustración de Santos era no poder controlar el tiempo de vuelo porque, o pilotaba con las manos en los mandos sin saber el tiempo que iba pasando, o se pegaba un castañazo con su prototipo de avión sacando y mirando su reloj de bolsillo.
Louis Cartier quiso solucionar el problema y se puso manos a la obra junto con su maestro relojero, Edmond Jaeger. Con la alegría de quien sabe que le regala algo especial a un buen amigo, obsequió al piloto con un reloj de caja cuadrada, de oro, a la que había ajustado una correa y una hebilla, especialmente diseñado para llevarlo atado a la muñeca.
Ese pequeño gran diseño tuvo tanto éxito y tal demanda que Cartier empezó a comercializarlo en 1908, entonces sólo para clientes selectos, y bajo el nombre de Cartier Santos en honor a su mutua amistad.
Sin ganas de aburriros mas, si "Cartier" fue el primer reloj de piloto, este sin ser Cartier es.. ¿el
último?.
DATOS TÉCNICOS:
Caja: acero inoxidable pulido a espejo con cristal de zafiro antireflectante en ambas caras, garras curvas y 22 mm de ancho de asas. Water Resistant. Diámetro: 45mm sin corona.
Corona: tipo cebolla
Calíbre: Unitas 6497 de remonte manual con 36h reserva de marcha. Esqueletizado, con baños de rhodium y oro rosa.
Correa: aristo de color marrón envejecido y remaches de acero cerca de las asas.
Esfera: negra lisa con diseño tipo observador. Indices y números en Luminova C-1 de alto brillo.
U.P.U.
¡UNA PIEZA ÚNICA!
¡VENDIDO!
Es todo por hoy., espero que os haya gustado.
Se agradecen los comentarios....
Me encanta un envoltorio sobrío para un calíbre y una esfera barrocas, transmite sencillez y complejidad al mismo tiempo, su trasero me suyuga, darle cuerda es un momento de placer y su marcha ¡es COSC!... cómo veis lo sé de buena tinta..
ResponderEliminar¡Gústame,..quiérolu,...!
Eres un maestro Epicuro
Gracias por hacer cosas así